¿Recordarte en tu entorno, viviendo tu
O estar junto a tus
Recordar tu cabello peinado, tu vestido planchado.
O verte despeinada, con esa bata desaliñada y desgastada que tanto odio, la que a tanta gente ha visto marchar.
Ver tu mirada
Llevar aquella bolsa de revistas pasadas que tanto pesaba.
Abrir con cuidado aquella puerta chirriante, pasar, cerrar.
Con suerte, sentarnos a charlar un rato, lo de siempre, un +¿qué tal las notas?-genial
Coger aquel billete arrugado a la fuerza un viernes noche.
¿Sabes? siempre admiré tu forma de conformarte con poco, una pequeña visita de vez en cuando; con algún que otro beso, no muchos; un par de llamadas y un 'todo bien', con eso te bastaba.
Un hasta pronto y coger las magdalenas y los roscos que siempre tenias preparados, esparando a que llegaramos.
Cerrar la puerta, marchar a casa.
Sabías que no era de muchas palabras, pero eso no significaba que me aburriera escucharte, todo lo contrario, muchas de tus palabras eran sabias, más de una vez me hicieron reflexionar, por eso, gracias.
¿Sabes qué, también? Que no parece verdad, no me ha afectado cómo creía, porque parece que un día volveré a golpear aquella vetusta y desconchada puerta de tono azul, que tu nos invitarás a entrar, una charla monótona, unas cuantas risas, tus correspondientes maldiciones y salir por la puerta, un hasta pronto.
Cerrar la puerta y marcharse a casa.
PD. esta mañana descubrí una bolsa escondida de magdalenas mohosas, pero shhh, es un secreto, al menos yo no seré quien las tire.