Esas alocadas vibraciones me impulsan aquí, dejemos a un lado vivos culpables.
Digamos que hay algo de agradable en todo dolor, que las lágrimas saben bien.
Olvidemos que amanece cada día y hagamos eternas las noches.
Supongamos que mi aparente indiferencia es a prueba de miradas malintencionadas.
Café como sustituto del sueño.
Una lista de reproducción como compañía.
Una coraza de pinchos contra la compasión. |