Missing you...

Que te echo de menos.
Que echo de menos tus broncas, nuestras broncas.
Que echo de menos cuando me apartabas del ordenador, cuando me mirabas con mala cara.
Que echo de menos cuando nos reíamos de nada.
Que echo de menos tu intentos nulos de hacer bromas.
Que echo de menos esa forma tan peculiar tuya de cagar los chistes.
Que echo de menos que me ayudaras con los deberes de italiano, nuestras conversaciones en las que te costaba entenderme, sinceramente, a mí también.
Que echo de menos cuando nos reíamos de terceros, sin que apenas se percataran.
Que echo de menos cuando no conseguíamos comunicarnos, cuando parecíamos estar jugando al teléfono roto.
Que echo de menos nuestra diferencia de gustos, tus 'blancos' y mis 'negros'.
Que echo de menos tu lógica, tu forma de pensar.
Que echo de menos tu torpeza, tu despiste, que hacían que el mío quedase en un segundo plano.
Que echo de menos tu sabiduría, cuando se me quedaba cara de imbécil mientras tu me contabas cosas.
Que echo de menos tus bailes, aquellas noches cuando empezábamos a  hacer gilipolleces y no podíamos parar de reír.
Que echo de menos tu extravagancia.
Que echo de menos tu forma de pasar del mundo y del que dirán.
Que echo de menos tu alegría.
Que echo de menos tu forma de estornudar.
Que echo de menos encontrarte camino a casa.
Que echo de menos encontrarte en casa, al regresar.
Que echo de menos que me preguntes ¿cómo vas?
Que echo de menos que me reproches que nunca digo lo que pienso, que no entiendas por qué me cuesta tanto decir las cosas así, sin más.

Que echo de menos esa arruguita temprana de tu frente.
Que echo de menos esos tímidos hoyuelos.
Que echo de menos tu espíritu hippie, tu alma libre.
Que echo de menos escucharte cantar en la ducha.
Que echo de menos tus notas, esas pequeñas frases que me escribías en un post-it los días que nos veíamos poco.
Que echo de menos aquello que llegué a odiar de tí.
Que echo de menos tanto...
Que podría seguir así horas y horas.
Que echo de menos...que te hecho de menos.